En el distrito de Inclán, así como en otros lugares, se lleva a cabo la festividad la Virgen de la Cancelaria en los primeros días del mes febrero. El primer día se inicia con la verbena, para lo cual los pobladores locales se reúnen a las 12 de la medianoche, con fuegos artificiales, danzarines y música para amenizar la ocasión. Es habitual ver a los antiguos habitantes del valle regresar a su tierra natal durante el evento, así mismo, llegan visitantes de otras regiones. Era un reencuentro de antiguos amigos y familiares. Algunos construyen sus ramadas, que son instalaciones temporales, en las que se reúnen y comparten para esperar el día central. El 2 de febrero, es el principal día. En las primeras horas de la mañana, todos ofrecen sus saludos a la Virgen, seguido de servir el desayuno a los presentes y compartir. Es interesante saber que, todos los creyentes visten sus trajes elegantes como una manera de demostrar lo mejor que tienen para su patrona. Durante el transcurso del día, se congregan diversos invitados y visitantes al lugar, entre los cuales destacan la Banda del Destacamento Tacna, comparsas y diferentes organizaciones de las provincias y la capital de la región, así como, del país vecino de Chile. Al mediodía, en el atrio de la iglesia, se ofrece la misa en honor a la Virgen de la Candelaria. Los presentes entonan cánticos alegres, elevan su voz en oración y agradecen a su patrona por las peticiones y milagros concedidos. Uno de los motivos de agradecimiento es la entrada del agua por el río Sama, lo cual siempre es la oración y las peticiones colectivas que se hacen a la virgen, ya que el agua es su principal sustento. Los creyentes sostienen que, al celebrar el día de la Virgen de la Candelaria, tras unos días, el río Sama parece desbordarse de agua, con el propósito de demostrar que la Virgen escucha y cumple sus deseos. La procesión de la Virgen de la Candelaria comienza por la tarde; para ello, las damas del lugar empiezan a ataviarla con tules, flores y todo objeto precioso. Posteriormente, rodeada por sus fieles devotos, la ponen en alto y acompañada de las comparsas y los danzantes, empiezan a trasladarla por los principales lugares del valle Sama durante aproximadamente dos horas, a fin de detenerse en la puerta del templo y dejarla allí, a la vez que los fieles la despiden. El tercer y último día se denomina “el remate”, la virgen es nuevamente ubicada en alto para su recorrido procesional por las principales calles del valle y alrededor de la plaza principal. Finalmente, al llegar templo, donde la esperan las damas del lugar y la comisión organizadora, desciende la imagen para ubicarla en el altar mayor hasta el próximo año de festividad, donde a partir de ese momento, se la observa en el lugar sagrado para que siga bendiciendo al pueblo. Es importante destacar que este tercer día fue incluido, debido a que la Municipalidad años atrás se sumó a la celebración; por lo que, consideraron el tercer día como el homenaje que realiza el gobierno local a su santa patrona. La singularidad de la fiesta patronal en comparación con otras es que, en el distrito de Inclán, la celebración es para la Virgen y no a la población, es el tiempo que le dedican a ella y no a uno mismo, demostrando el interés e incondicionalidad de la devoción inclaina. La festividad de la Virgen de la Candelaria, es una de las festividades religiosas más importante que se vive en el pueblo de Inclán. Durante este acontecimiento, un gran número de visitantes llegan al pueblo para venerarla o para apreciar la festividad; de esta manera, permite el desarrollo de la economía local.