La palla es una danza representativa del valle de Lunahuaná. Palla, palabra aymara cuyo significado es escoger y en quechua significa recoger, ambos términos pueden tener alguna relación.  Las pallas eran mujeres escogidas para acompañar y atender al inca durante sus viajes, para corroborar su delicadeza y condición sumisa de ñusta mantienen una conducta mesurada con danzas muy suaves y de cánticos melancólicos, de tono agudo. La vestimenta es muy elegante y llamativa, compuesta por un anaco azul (vestido) cubierto por un manto adornados con cintas de colores, cinturones gruesos bordados de color dorado, en la cabeza ostentaban una bella corona blanca y los zapatos son altos con tacones. La danza está conformada por seis u ocho mujeres entre 14, 15 o 16 años, edad que les otorga la condición de “Doncellas del Niño”, quienes son contratados por los socios oferentes o devotos, puede ser palla primera, segunda o tercera. La danza de las pallas se baila durante la festividad del niño Jesús como muestra de su cariño, celebración que puede durar hasta 4 días de fiesta donde los visitantes se deleitan con la danza y a la vez disfrutan de un convite de la gastronomía popular, costumbres que perduran hasta la actualidad.