El Vivero Forestal de Chimbote es el pulmón de la ciudad y un pintoresco centro de esparcimiento ubicado en el límite urbano de la ciudad de Chimbote, a un lado de la Panamericana Norte. El vivero posee dentro de sus instalaciones frondosos bosques, floridos jardines, pequeñas cascadas artificiales, laguna con bote a remos, el tren con locomotora, carretas jaladas por burros, piscina olímpica, piscina para niños, juegos infantiles, fulbito, pérgolas para fiestas y alegorías costumbristas, servicio de restaurante y una hermosa Concha Acústica escenario construido para espectáculos. Asimismo, se encuentra el Museo-Barco San Pedrito Pescador, que consiste en una embarcación pesquera de 350 toneladas de capacidad de bodega, acondicionada por el obispado de Chimbote con fines educativos. En lo que fue su bodega de carga se exhibe una interesante muestra sobre pesca y se puede conocer de cerca los diferentes componentes de una embarcación pesquera. También, el Vivero Forestal es el hogar de 39 tortugas, 1 pingüino, 4 monos, 1 sajino de Selva, 1 tigrillo. Además, de los pacasos, iguanas y diferentes tipos de pájaros que habitan entre los inmensos árboles del lugar. Posee más de 800 especies de árboles que fueron sembrados, de los cuales el más antiguo tiene 60 años y es de la especie “Casuarina”. Las especies de árboles más conocidos son: Eucalipto, Casuarinas, Ficus, Sauces, Pinos, Palmeras, Huaranyas e inmensas áreas de totorales, en las lagunas naturales que son parte de este espectáculo en el vivero. Por su belleza natural indescriptible y puesta en valor, con especies de flora y fauna, aves migratorias, lagunas naturales y miles de hectáreas de bosques, el Vivero Forestal está considerado como “Patrimonio Ecológico de la Ciudad de Chimbote” por acuerdo de Consejo Nº078-92-MPS del 17 de septiembre de 1992. El Vivero tiene programas de visitas guiadas para todas las edades, principalmente para estudiantes de inicial, primaria y secundaria.

Patrimonio Ecológico de la Ciudad de Chimbote por acuerdo de Consejo Nº 078-92-MPS del 17 de septiembre de 1992.

Se encuentra en un BUEN estado de conservación, dado que su administración está a cargo de la Diócesis de Chimbote, quienes se encargan de mantener y operar de manera continua este espacio que recibe visitantes todos los días.