El Santuario Nacional Lagunas de Mejía conserva muestras representativas de humedales costeros, protege fauna ornitológica residente y migratoria. Es el único Humedal Costero, del extremo sur de Perú, con una modalidad de conservación y distinciones internacionales como RAMSAR (Convención sobre humedales) e IBA (Important Bird and Biodiversity Area). Se ubica en la Provincia de Islay, en el km 32.4 de la carretera panamericana, a escasos metros de la línea de marea, entre los distritos de Mejía, Deán Valdivia y Punta de Bombón. El clima es templado todo el año, con una temperatura promedio mensual de 20 °C, la humedad relativa promedio es de 76% y una precipitación que fluctúa entre 10 y 25 mm. El santuario tiene una extensión de 690 ha, actualmente se han registrado 211 especies de aves. Presenta un recorrido que dura de 40 minutos en vehículo o dos horas a pie, consta de 8 miradores desde donde se observa los cuerpos lagunares que albergan gran diversidad de aves que dependen de este ecosistema, como las coloridas parihuanas y abundantes yanavicos, quienes durante el invierno migran hacia este espacio natural en busca de alimento. El resto del año siempre están presentes patos silvestres y las muy asustadizas gallaretas, así mismo, se puede observar a los zambullidores, que buscan peces buceando en las lagunas, o las garzas que con mucha paciencia esperan la oportunidad de capturar su alimento. Además, las aves nos deleitarán con sus cantos como el del Perrito, llamado así por su canto similar al de un perro pequeño. Así mismo, entre las muchas rapaces que podremos encontrar, el águila pescadora nos deleitará con su técnica de pesca muy particular. En esta área natural protegida también se incluyen otros ecosistemas, la playa y desembocadura del río Tambo, donde gaviotas, gaviotines, pelícanos y muchas aves migratorias se reúnen por la búsqueda de alimento. También encontraremos el monte ribereño, donde encontraremos aves de menor tamaño, muy escurridizas, de variados colores y cantos como: el fringilo apizarrado, el turtupilin, y los muy coloridos jilgueros.

Es el único humedal costero en la zona sur del Perú con una modalidad de conservación, protegiendo zonas de refugio y alimentación. Aquí se albergan 85 especies de aves residentes (79 especies anidan en el santuario y sus inmediaciones, y 6 en el mar frente al santuario), 80 aves migratorias (48 provenientes de Norteamérica o el Ártico, 18 del sur de Sudamérica, 3 de la costa norte del Perú o Sudamérica, 10 de la zona andina y una de la Amazonía) y 46 aves ocasionales; además de diversas especies de mamíferos, reptiles y flora característica de humedales costeros. Todo ello lo constituye como un gran atractivo paisajístico y de interés científico. -SERNANP. 2020. Plan Maestro del Santuario Nacional Lagunas de Mejía 2020-2024. -ProNaturaleza (2010). Documento base para la elaboración de una estrategia de conservación de los humedales de la costa peruana. ProNaturaleza, Lima

Según D.S. N.º 015-84-AG es considerado Santuario Nacional desde el 24 de febrero de 1984 y en 1991 es reconocido como sitio RAMSAR Siendo globalmente importante para la conservación de las poblaciones de aves, La Bird Life International la ha identificado como IBA (Important Bird and Biodiversity Area) con código de IBA - PE046 En febrero de 2022 recibe el sello internacional de bioseguridad e higiene del mundo ¨Safe Travel¨, que lo certifica como un espacio turístico seguro.

Muy bueno, El Santuario Nacional Lagunas de Mejía presenta un estado de conservación del 77% ( https://estadoconservacion.sernanp.gob.pe/geoserver/principal.php) El circuito turístico está en constante mantenimiento, y limpieza por contar con apoyo de guardaparques, guardaparques voluntarios y la asociación de artesanos del SNLM. El centro de interpretación cuenta con servicios higiénicos para el turista, protocolos de bioseguridad, rampas de acceso a los ambientes, contenedores para residuos sólidos. No presenta registros de depredación, se realizan monitoreos biológicos mensualmente con el que se puede detectar y evaluar alguna alteración en la diversidad biológica.