Tiene una extensión de 43.10 ha. Y su perímetro es de 2,638.30 metros lineales. Se ubica en las faldas del cerro Antaqasa (o Antakillka), cerca de la quebrada de Chincana Wayqo, donde se origina el riachuelo de Parqo, tributario del riachuelo de Arquillos, el mismo que desemboca en el río Vilcanota, por la margen izquierda. Está delimitado de la siguiente manera: por el Sur. Con los terrenos de la comunidad campesina de Cuper y el sector de Wuankawaylla. Por el Oeste: Con la Av. Garcilaso y la proyección de la paralela posterior del sector de Qéntepata y la calle de Rumiñahui. El Parque Arqueológico de Chinchero se divide en dos sectores. Urbano: compuesto por Plaza de Capellanpampa, Guaca de la Virgen Natividad y Casa Colonial Mateo Pumacahua. Agrícola: Patapatayoq, Wataycarcel, Yanaqaqa, Munaypata, Quillapata, Condorqaqa, Kusilluchayoq, Qentepata y Capellanpampa. El recinto fue ocupado en varias etapas, iniciando en el periodo pre-inca, que estuvo ocupado por la macro etnia Killke (intermedio tardío) o Ayarmaca, cuyas evidencias de cerámica se hallan en el sector de “capellanpata”, esto con base en las investigaciones de John Rowe y Alfredo Valencia. En el período Inca su construcción fue realizado por el Inca Tupac Yupanqui (1493 aprox.), y que posiblemente fue un lugar de descanso cerca de Cusco, presentando lugares con lagunas y abundante agua, tierras de cultivo y escenarios con nevados como el Salkantay, Chicón, Verónica, Sahusiray, Pitusiray. El cronista Juan de Betanzos semana en sus crónicas: “Saliendo desde la ciudad de Cuzco fuese a un llano de dos leguas de esta ciudad en la cual hay una laguna grande y parécelo que era bien edificar este pueblo ya dicho y luego fue traída allí la traza según que el inga la había hecho y trazado y luego que fue vista por los Jumetricos y maestros de los edificios tomaron sus cordeles y midieron el pueblo y siendo ya medido señaladas las casas y calles, del mando Topa Inga Yupangue que luego sacasen y abrieses los cimientos” (Betanzos 1551). El inka Tupac Yupanqui convocó a los mejores maestros constructores de la época para la edificación de los andenes, recintos y adoratorios (Wacas), para ellos aseguró espacios de vivienda en la zona urbana. Las canteras se ubicaron cerca del complejo. Siendo toda esta construcción estrictamente para recreación, descanso y veneración a deidades como el sol, el agua y las montañas (nevados). Entre ellas la Waca Sucanca que tenía relación a un canal inca que conectaba a la laguna de Piuray. Y en fechas específicas, los rayos del sol indicaban el inicio de la época, de siembra y cosecha de maíz, papa y otros productos de la zona.

Declarado como Patrimonio Histórico del Perú el 28 de diciembre de 1972 mediante la R.S.Nº2900-72-ED Declarado como Patrimonio Cultural de la Nación el año 2002 mediante RESOLUCIÓN DIRECTORAL NACIONAL N° 405/INC.

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